Entrevista

¿Te podrías presentar brevemente?

Soy Carolina, tengo 24 años y estudio criminología en la Universidad de Málaga.

¿Qué estás haciendo en la Asociación Marroquí?

Actualmente, estoy dando clase de español a las personas migrantes el viernes por la mañana y colaborando un poco a su inclusión.

¿Cuáles son los motivos que te llevaron a hacer voluntariado? ¿Cómo elegiste la Asociación Marroquí?

En primer lugar, porque ya el año que viene quiero empezar un Master de intervención social y comunitaria, por lo tanto, después de los años de la carrera tengo claro que me quiero encaminar hacia este ámbito de trabajo. En consecuencia, para empezar a incorporarme a este contexto laboral y vivir una experiencia que me introdujera más al trabajo social, me puse a buscar un voluntariado en Málaga de intervención social y encontré la Asociación Marroquí que me pareció la más adecuada para ello. Además, estoy escribiendo mi TFG sobre menores migrantes no acompañados y aquí tengo la posibilidad de conocer de verdad y de cerca sus historias y su realidad.

¿Por qué te gustaría trabajar con este colectivo?

En primer lugar, por su vulnerabilidad y también por el riesgo que tiene y sobre todo por lo que a mi más me toca/afecta de caer el ámbito delictivo, del inquiring, por las condiciones de vida que tienen estas personas que no son lo suficientemente adecuadas, acaban desembocando en la delincuencia.

¿Qué te aporta ser voluntaria en la Asociación?

Sobre todo, en integración, apoyarles, ver que estas personas no están solas y creo que el idioma es fundamental para poder sentirse incluido en una sociedad. Además, es algo que le va a ayudar a encontrar un trabajo y poder desenvolverse en la vida de todos los días. 

Salgo de clase cada día más contenta porque veo que aprenden, que se sienten acogidas. Siento satisfacción de ver que lo que hago les pueda servir de algo, porque los chicos que acuden a la Asociación de hecho me han dicho que se sienten un poco abandonados, que no saben que camino quieren o deben emprender y que necesitan un poco de orientación. En este contexto difícil en el que se encuentran, estoy feliz de saber que les puedo ayudar a que se sientan menos solos, aunque sea “solamente” dando clase de español.

¿Cuál crees que es, adentro de este colectivo, el grupo más vulnerable? ¿Cómo ves su situación hoy en día en la sociedad española?

Los menores migrantes no acompañados son, en mi opinión, el grupo más vulnerable por la situación en la que vienen ya de su país de origen, luego tienen que pasar por un proceso migratorio que es todo menos libre de obstáculos y que les desestabiliza demasiado después el estar con miedo que los puedan repatriar; yo le noto y ellos me confirman que se sienten cohibidos y siempre con el miedo; tienen encima la presión de su familia de que tienen que mandarle dinero. Entonces a veces si están muy desorientados, ¿a qué le va a llevar esto?

Nos imaginamos que en las clases se producen multitud de anécdotas e historias simpáticas. ¿Hay alguna que quieras compartir?

Las clases siempre son muy divertidas; me encanta cuando las alumnas y alumnos empiezan a traducir en su idioma porque les decimos que se agrupen y que se ayuden entre todos y todas. Entonces empiezan con su idioma a traducir y toda la clase se vuelve en un popurrí de idiomas espectacular y nos lo pasamos muy bien.