Entrevista

En pocas palabras, ¿cómo te defines?

Me defino como una persona activa a la que le gusta estar haciendo cosas constantemente; sensible con respecto a la sociedad, en la cual vivo y no comprendo cómo no se une ante la injusticia social, siempre que no les afecte directamente, como, por ejemplo, las problemáticas que trabajamos desde la asociación. También soy ingeniosa: me encanta crear actividades y hacer las cosas lo mas productivas posibles para conseguir el cambio que se busca. Me considero buena persona, aunque seguro que en muchas cosas tengo que mejorar, debido a que esta sociedad nos contamina constantemente, por eso para mí es importante autoanalizarme en todo momento, para ver por qué actúo o pienso de esta manera y cómo cambiarlo para mejorar como persona.

Soy integradora social y educadora social y eso define bastante mi persona, ya que el dedicarte al mundo de lo social es un modo de vida, además de una profesión.

Soy una persona persistente en mis objetivos y en el proceso para conseguirlos, ya que pienso que sin objetivos estamos perdidos en este mundo. Da igual la naturaleza de los objetivos: los necesitamos para darles un sentido a nuestra vida.

Con un carácter fuerte por la vida que me ha tocado vivir desde mi niñez, pero nunca dudo en ayudar a quien sea, mientras esté dentro de mis manos.

¿Cuál fue tu primer contacto con la asociación? 

El primer contacto que tuve con la asociación fue cuando vinieron a la universidad de Ciencias de la Educación de Málaga, a compartir una clase con nosotros, trayéndonos la realidad ante nuestros ojos desde los testimonios de tres chicos y contándonos las funciones que desarrollan dentro de esta. Posteriormente la elegí como practicas de educación social de la universidad, las cuales estoy desarrollando actualmente, y me gustan bastante ya que es uno de los colectivos más vulnerables de esta sociedad y ver todo el proceso que necesitan pasar estas personas para sobrevivir en este país me parece terrorífico. Y más si no tienen a nadie que los apoye y los guíe o acompañe en este camino. 

¿Qué rol tienes en la asociación y qué tareas realizas?

Soy estudiante en prácticas y de momento las actividades que he desarrollado han sido de acompañamiento laboral, como es en la ayuda de elaboración de currículum. También elaboro talleres y los imparto; doy clases de apoyo escolar a niños y jóvenes; ayudo en la oficina a la trabajadora social con 

 

lo que necesite; intento crear redes de contactos entre las diferentes asociaciones y fundaciones; y soy una parte activa en el intercambio de información sobre los recursos para realizar un mayor trabajo en red para cubrir necesidades. Además, llamo a las personas para cambios de citas o para recordar las fechas de impartición de talleres que se ofrecen en la asociación para que acudan.

¿Cómo es un día “normal” en la Asociación? 

El día a día en la asociación es de bastante trabajo. Veo cómo cada caso es especial y cómo se vuelcan los trabajadores en conseguir respuestas adecuadas para las necesidades que nos plantean las personas que acuden a la asociación. Es un trabajo de todos: son un equipo que se ayudan unos a otros, entre atenciones, suscripciones al proyecto que más se adapte a la persona que venga y la realización de taller para que estos sean lo útil posible para las personas.

¿Ya habíais trabajado previamente esta temática o en un proyecto similar?

Esta temática nunca la había trabajado. Por ese motivo escogí esta asociación para la realización de mis prácticas. Y además es uno de los ámbitos de la educación social con más salidas profesionales por la afluencia de movimiento migratorios.

¿Qué novedades aporta tu paso por la asociación en tu experiencia? 

A conocer la verdadera realidad que diariamente viven estas personas, cuales son las necesidades y preocupaciones más importantes y a como darles respuesta y a ayudarlas ya que en muchas cosas no sabia desde la carrera como solventarlas, a conocer los recursos que se ofrecen y sobretodo el como nos faltan otros recursos que desde la administración publica de la junta de Andalucía o del Estado nos detienen en nuestro trabajo por la falta de recursos que ponen a nuestra disposición.

¿Qué es lo que más valoras de tu espacio de trabajo? 

Lo que más valoro en mi trabajo es cómo la gente te agradece cualquier cosa que haces por ellos por mínima que sea. Yo en ocasiones me pregunto por qué agradecen tanto, incluso cuando no hemos podido ayudar tanto como quisiéramos. Otra cosa es el ambiente de trabajo: hay mucho compañerismo, cariño y apoyo entre todos. Creo que es difícil encontrar tan buen ambiente en un trabajo con tanta presión y con una afluencia de trabajo tan sobrecargada. Siempre te responden todos con una sonrisa y con unas palabras de cariño y de ánimo. En definitiva, es un equipazo.