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En pocas palabras ¿Cómo te defines?

Me considero una persona luchadora, con ganas de vivir hasta el último suspiro y amante de la vida. Soy una apasionada de la moda y, cómo no, de la comida.

¿Cuál fue tu primer contacto con la asociación?

Hace hace un año conocí la asociación mediante redes sociales. Sabía que estaba en málaga, aunque no exactamente su localización. El hecho de querer hacer algo, aunque sea mínimo, por alguien... corría por mis venas. Me encanta ofrecer a los demás, aunque sea de lo muy poco que tenga, solo para marcar esa bonita sonrisa que se dibuja en los rostros . Al paso de un año, por casualidad, encontré una actividad en la que la asociación participaba y ahí es cuando pensé que esta era mi oportunidad. Prometí acudir lo más antes posible para cumplimentar lo que hacía falta para ser  voluntaria y ya lo soy. 

¿Qué rol tienes en la asociación y qué tareas realizas? 

Estoy para lo que necesiten. Todo lo que ofrezco lo hago con ganas y de corazón. Cuando alguien hace las cosas de corazón se siente vivo, o eso pienso yo. 

¿Cómo es un día “normal” en la Asociación? 

Me he dado cuenta de que hay mucho movimiento, mucha gente que viene para recibir clases, para dar talleres, para saludar al equipo que trabaja ahí. Siempre hay mucha vida.

¿Ya habíais trabajado previamente esta temática o en un proyecto similar?

Antes de venirme a Málaga ayudaba en la medida de mis posibilidades con la ONG Enfermos sin Fronteras, en Ceuta. A mi parecer hacen una labor espectacular y está compuesta por personas que tienen mucho mérito, que son luchadoras, trabajadoras y con mucha fuerza de voluntad. Ahí es donde empezó mi contacto con asociaciones y donde floreció en mí el querer ayudar, compartir, cumplir, soñar y sentir que puedo hacer algo por los demás. 

¿Qué novedades aporta tu paso por la asociación en tu experiencia?
Con la Asociación Marroquí estoy aprendiendo que una si una mano no puede sola, dos manos pueden. Pero si son más, aún podrán más y más. Aquí no existe el concepto de trabajo individualizado: todos somos uno y uno somos todos. Veo que no hay orden de preferencia y que cada uno hace lo que quiere y debe. Yo creo lo que hacemos es lo que nos hace grandes.

¿Qué es lo que más valoras de tu espacio de trabajo? Lo que realmente valoro en un espacio de trabajo es la finalidad o el resultado que deseo para lograr lo que quiero. Para ello hay que poner ganas, ser optimista en todos los sentidos, mantener la mente sana y llena de positivismo.